¡GRACIAS, por darme la vida!
Hoy tus jóvenes manos me han plantado y saciado del agua que necesitaba para vivir.
Si me cuidas y proteges, prometo crecer rápido y fuerte para darte esa sombra que necesitas después de tus juegos, llenar tus pulmones de oxígeno y ser ese aliento que te ayude a seguir adelante, servir de apoyo para que puedas columpiar a tus futuros hijos/as y darte una de mis ramas para que, cuando la vejez te encuentre, puedas usarme de bastón y apoyarte en mí...
... hoy, sin saberlo, has hecho un nuevo ¡¡¡AMIGO!!!
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